miércoles, 16 de diciembre de 2009

Bujerito - Mauricio Jiménez Montero




De pronto, así nomás, uno tranquilito caminando por la calle y como a las ocho cuadras te das cuenta de que hace como quince que la calle te va mordiendo los pies. Y uno pone su mejor cara de "ah chingá" para descubrir un bujerito en el pinche zapato... En esos momentos la sucesión del pensamiento va de la cartera al calendario y siempre falta un chingo para la quincena; ni pedo, a acostumbrarse al dolorcito pues ni pal zapatero remendón alcanza... Uno busca maneras de torcerse el pie quesque pa sentirlo menos y seguir caminando con el hoyito jodedor hasta que llegue el sueldo, pues los otros zapatos están igual de jodidos.


"¡Claro, por eso los dejé de usar y hasta me encariñé con estos que antes no me gustaban!". Pero nel, llega la quincena y con ella los pagos, los gastos, la lechita pal bebé, los cigarros pal disfraz y otras pendejadas pa seguir viviendo otro ratito. Y los zapatos, ya cuatísimos del bújero se dejan seguir mordiendo por la calle pa que pruebe rico el sabor a calcetín y el bujerito se convierta en señor hoyo y el señor hoyo en una señora grieta que de pronto, así nomás, se lo devora a uno...


Y ustedes... ¿Cómo llegaron aquí?

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